DISCURSO DE INAUGURACION DEL CONGRESO NACIONAL DEL PARTIDO DEMOCRATACRISTIANO

Numero 18, Año 2007
16-10-2007A GANAR EL FUTURO

Intervención de la Senadora Soledad Alvear V.Presidenta Nacional del PDCInauguración del V Congreso NacionalSantiago, 12 de Octubre de 2007

Estimada Presidenta de la RepúblicaSra. Michelle Bachelet Jeria.Muchas Gracias por su gentileza de acompañarnos en un momento tan especial para la Democracia Cristiana.
Estimados ex Presidentes de la Republica don Patricio Aylwin y Eduardo Frei.

Sr. Presidente de la Cámara de Diputados.
Embajadores y miembros del cuerpo diplomático.
Ministros, Subsecretarios
Parlamentarios
Presidentes y representantes de partidos de la Concertación
Dirigentes políticos de países amigos
Congresales
Amigos y amigas
Camaradas
Partamos siendo muy claros:
No somos la derecha, tampoco la izquierda. Somos el centro político, reformista y progresista. Somos los de la Revolución en Libertad, los de la Unidad de Europa, los de la recuperación democrática en Chile, los que luchamos en toda América por la defensa de los Derechos Humanos y por el término de toda Dictadura.
Los que durante toda nuestra historia, hemos encabezado las más profundas transformaciones en nuestra patria.
Los que hemos dado paso a Presid entes de la talla de Frei Montalva, Aylwin Azocar y Frei Ruiz Tagle aquí presentes.
Los que hemos construido una Concertación exitosa para Chile, que es reconocida en el mundo entero.
Somos demócratas, siempre. Nuestras fuentes están en el humanismo cristiano.
Creemos en la vida.
Amamos a la persona humana y afirmamos la trilogía de Libertad. Justicia y Solidaridad.
Somos la Democracia Cristiana. Toda la Democracia Cristiana. Gracias a Dios.
Queridos y queridas camaradas:
Bienvenidos, de todo corazón.
Ver hoy este recinto colmado con vuestra presencia.
Haber marchado ayer con la JDC por el centro de Santiago, como quizás no lohacíamos desde hace mucho tiempo, reunirnos en la Plaza Bulnes anoche con jóvenes humanistas cristianos comprometidos en nuestra causa, me hace sentir una gran emoción.
Aquí estamos todos los demócratas cristianos, los de ayer y los de hoy, con nuestros acuerdos y con nuestras diferencias.
Aquí están demócratas cristianos de Europa y América Latina a quienes agradecemos su cariño, su afecto y presencia entre nosotros.
Nuestros saludo a cada uno de Uds. y quiero hacer una mención especial a la numerosa delegación de diputados y dirigentes de la CDU y la Fundación Adenauer.
Nos separa el Atlántico y la Cordillera, pero nos unen nuestros ideales, que permiten una solidaridad de verdad ejemplar. Muchas Gracias por estar ayer y hoy junto a nosotros.
Aquí estamos con la riqueza de nuestra historia, pero sobre todo, con nuestra decisión de presente, con una gran vocación de futuro.Aquí está nuestra familia.
Una familia que sufrió la Dictadura, tiempo que marca indeleblemente nuestra historia. Con la persecución, los atentados, la tortura y hasta la muerte. Como no recordar a nuestros queridos Eduardo Frei Montalva, Bernardo Leighton y Mario Martínez y en sus imágenes a tantos más de los nuestros y de todos los chilenos.
Sra. Anita. Sra. Lali, Eduardo y Francisco, aquí presentes.
Todo nuestro cariño, afecto y compromiso, con Uds. don Bernardo, Mario y don Eduardo.
Por todo esto digo: Aquí está mi familia, a la que me debo, a la que quiero y a la que hoy y mañana, todos ayudaremos a hacer más grande, más fuerte, más clara y más útil para la patria y los chilenos.
Este partido, no existiría s i hace 70 años, un grupo de jóvenes no hubiese tomado la valiente decisión de formar un nuevo movimiento político.
Un día como hoy, en el año 1937 nació la Falange Nacional, y hoy también un 12 de Octubre, me corresponde el honor de declarar abierto este V Congreso Nacional de la Democracia Cristiana de Chile.
Un Congreso es una ocasión muy especial, se da cada muchos años. Con éste, en nuestra historia de 10 lustros, habremos realizado solo cinco Congresos Nacionales. Por eso cabe precisar que ésto no es una Junta Nacional, ni un Consejo Nacional Ampliado.
Como lo dijera nuestra Comisión Organizadora, a la cual agradecemos su compromiso, perseverancia y dedicación y para todos quienes la han conformado pido un aplauso de felicitación y afecto. Me refiero a Mariana Aylwin, Hernán Bosselin, I van Navarro, Andres Zaldivar, Ramon Briones, Nicolas Ferran, Osvaldo Badenier, Rodolfo Fortunatti, Marcelo Ortiz, y Andrés Jouannet.
Bueno, como lo dijera esta Comisión, el Congreso no es para la coyuntura, no es para la contingencia o el corto plazo. Para eso tenemos otras oportunidades.
Su sentido es mucho más profundo y tiene como perspectiva mirar a nuestro país y el mundo a 10 y 20 años más.
Se trata de definirnos con una proyección, de analizar nuestras esencias, de asumir los cambios ya vividos y los que habrán de venir en las próximas décadas.
Esto supone una capacidad, una conducta y una actitud de compromiso y responsabilidad muy grande de todos y cada uno de nosotros.
Como nunca, debemos pensar en nuestras inspiraciones, en nuestros maestros y en nuestra identidad, puestas t odas al servicio de la Patria y los chilenos.
Lo hacemos para construir futuro.
Para ganar el futuro. Para conducir y liderar al país y a nuestro pueblo.
Todos nuestros Congresos han anticipado tiempos.
Los de 1957 y 1959: Nuestra Fundación y la creación de un nuevo camino y alternativa política para Chile.
El de l966: Ni más ni menos el de la Revolución en Libertad.
El de 1991: El de la transición y cuatro Gobiernos para Chile.
Como Uds. ven. Este no es un evento más. Nuestra tarea es HACER HISTORIA.
A eso los convocamos y a ese desafío se que seremos capaces de responder, con vuestro aporte en éstos dos días.
Para acometer la tarea, debemos asumir los cambios, los del mundo y los de nuestro país. L os cambios son gigantescos, y en parte importante responden a la obra de nuestros cuatro Gobiernos.
Tenemos que dimensionar las transformaciones.
Chile y el mundo han cambiado mucho. Nuestra Economía, nuestra idiosincrasia, la vida de nuestras familias, la de nuestros hijos. Nuestros hombres y mujeres no son los mismos. La vida cotidiana es diferente. Nuestros pingüinos son postmodernos. El individualismo pretende posicionarse como si fuera un fenómeno social. Las desigualdades son también diferentes. Hay nuevas brechas. Las discriminaciones son de nuevo cuño. Nuestra relación con el mundo, con la ciencia y sus impactos en la sociedad. Los cambios son tremendos y los desafíos que representan son mayúsculos.
El Chile del 2007 ya está lejos de 1991 y nuestra mirada en este Congreso es hacia el futuro.
Creo que estamos cerrando un cic lo y por ello debemos representar el inicio de una nueva etapa en nuestra historia.
Pero hay más, se trata según decíamos recién, de proyectarnos al futuro. No sólo de entender este presente tan complejo.
¿Cómo será Chile en 20 años más?
Tendremos una disminución de nuestra población. Habrá tantos universitarios como los de un país desarrollado. Un 20% de nuestra población tendrá más de 65 años y existirá una alta esperanza de vida. Con una creación cibernética y biotecnológica de crecimiento descomunal, pero sin la seguridad de que éste, si dejamos las cosas libres solo al proceso, nos anticipe desarrollo integral y una vida más humana, justa y libre para todos.
Queremos GANAR EL FUTURO y lo haremos solo si hemos sabido entender el presente y lo que viene.
Camaradas:
El liderazgo no se improvisa, y tampoco es pura voluntad.
¿Que futuro queremos ganar?
¿Que futuro queremos construir?
Hagámoslo con el lenguaje de hoy, interpretando a los chilenos de este tiempo
A mi juicio queremos:
Un país más feliz.
Un país con desarrollo para todos.
Un país más moderno y conectado.
Un país que siente al poder más cercano.
Un país humano y más armónico.
CINCO GIGANTESCOS DESAFIOS:
1.Un país más feliz.< align="justify">Sí. Por qué no hablar y asumir la felicidad. Ella es el estado en que hombres y mujeres se realizan como personas, en afecto y amor con otros y en una vida solidaria y en comunidad.
Feliz con sus mayorías y minorías. Que no discrimina a nadie.
Que releva al ideal de familia y que a su vez acoge la diversidad de todas las familias chilenas. Que las dota de derechos y que articula un nuevo concepto: el de la soberanía de las familias.
Un país que valida a sus comunidades religiosas. Que construye y asegura la satisfacción de todas las necesidades básicas. Las materiales y también las espirituales.
Que reconoce su preocupación por el derecho a la cultura, al tiempo libre, al deporte y la entretención.
Un país feliz con lo que hace y lo que puede hacer. Que valora a l os líderes, a los voluntarios y a los emprendedores con responsabilidad social.
Un país feliz donde todos son capaces de reconocerse y respetarse en una idea y SUEÑO DE NACION.
2.Un país con desarrollo para todos.
Estamos cerrando un ciclo y debemos comenzar otro. Uno en el cual la pobreza ya disminuida debe desaparecer y donde las diferencias tan fuertes en la distribución también deberán terminar.
El país cambió. Nuestra economía cambió. Ya no podemos sustentarnos sólo en lo ya hecho.
El nuevo ciclo requiere de una nueva estrategia de desarrollo integral y para todos.
El documento de la Comisión Congreso que integra el trabajo realizado en los distintos talleres y Congresos sectoriales y regionales nos entrega muchas luces para caract erizar esta nueva estrategia inclusiva de desarrollo para todos.
Queremos ganar el futuro con esta nueva y trascendental definición.
3. Un país moderno y más conectado.
Discúlpenme el término usado, pero estamos y estaremos haciendo política en la sociedad del conocimiento y de la interconectividad. Es lo que entienden los más jóvenes y que todos debemos comprender y asumir.
Queremos que todos tengan y participen en la conexión tecnológica. No en una brecha que nos separe, sino en una conexión de comunidades reales y virtuales para hacer más sociedad.
Chilenos conectados entre sí. No robots individualistas. Chilenos en distintas y más formas de asociatividad, esto es de nuevas y más comunidades de interconexión.
Es una nueva f orma de promoción popular, es la del futuro. Esta es más flexible, más eficiente, más horizontal y de nosotros depende que sea más cercana y humana.
Un país no solo conectado económicamente, sino política, social y culturalmente con el mundo.
Los jóvenes nos hablan en su documento de un cambio cultural. Eso es. La DC debe comprometer una mundialización cultural cotidiana, como una política publica transversal.
Una sociedad donde la DC compromete que sus autoridades, representantes y dirigentes se relacionan más directamente con las comunidades, redes y organizaciones.
Un nuevo método. Una nueva cultura. Un escucha social permanente.
4. Un país que siente al poder más cercano.
Donde el poder se acerca y se hace tangible.
Donde los ciudadanos cuentan con los instrumentos para ejercer sus derechos. Donde hay servicio, eficiencia, transparencia, probidad y austeridad en el ejercicio del poder.
Instituciones cercanas con máxima descentralización. Un país que efectúa una gran Reforma de su política y de sus instituciones, para ponerse al servicio de los derechos ciudadanos.
Un nuevo sistema donde se equilibran los poderes y donde existen límites a la reelección de las autoridades.
Partidos políticos renovados, transparentes y eficientes, con procesos más exigentes de reclutamiento.
Y como culminación de toda esta transformación: Un nuevo texto constitucional para Chile, donde se reconozca un Estado Democrático y Social de Derecho. El Chile del futuro, el Chile verdaderamente de todos sus ciudadanos.
5.Un país más humano y más armónico.
Donde se logre la armonía entre su medio ambiente y sus necesidades de desarrollo.
Donde el cambio climático, las necesidades energéticas y el respeto a la diversidad se articulen y no se enfrenten.
Donde se asegure la relación armónica de trabajadores y empresarios, consumidores y proveedores. Mediante pactos sociales y marcos legales de protección y promoción de la armonía en las relaciones sociales.
Donde exista armonía entre el centro y las regiones, dotadas éstas de más autonomía y democracia en su generación.
Hoy y mañana trabajaremos en más de 30 Comisiones, para definir como vamos a ganar y construir este futuro.
Lo haremos a partir de nue stros principios.
Junto a lo cual, creo que debemos abrir nuestras fuentes, a la renovación que existe en el mundo católico, y decidiendo de un modo histórico , incorporar también a nuestras fuentes, los aportes que vienen del mundo evangélico y judío.
Si. Lo quiero decir con toda claridad. La DC debe saber representar a todos los creyentes, no sólo a ellos, pero debe afinar una sintonía especial mediante un fecundo dialogo ínter confesional.
Ratificando nuestra vocación personalista y comunitaria, debemos avanzar y aterrizar esa vocación.
Queremos que nuestras políticas públicas respondan primordialmente a las personas y a las familias chilenas.
No queremos esquemas tecnocráticos deshumanizantes que generan errores que después hemos debido lamentar en nuestro país.
Para todo esto, creo que debemos hacer muchos cambios en nuestro Partido. Diversas propuestas circulan entre nosotros. Un partido más abierto y democrático.
Con estructuras decisionales y de trabajo, modernas, representativas y eficientes. Con esquemas de militancia, voluntariado, adherentes y simpatizantes más estrictos y presentes en la sociedad.
Un nuevo partido.
Un partido abierto, amable y acogedor.
Con pensamiento, estructura y organización para este nuevo siglo.
Camaradas:
Me siento orgullosa de presidir este gran Partido y este Congreso Nacional. Son muy pocos los que hacen algo similar a lo nuestro.
Más de un año de trabajo. Participación activa de miles de militantes de todas las Regiones del pais. Un tiempo especial p ara pensar y crear.
Somos los que creemos que existe una relación intima entre pensamiento y acción.
Los que pensamos que la política tiene una estética y una dignidad que le son propias, distante de todo populismo y toda farandulización.
Los invito a que el trabajo de estos días estén marcadas por las siguientes frases:
-Máxima diversidad al interior, para así construir la máxima unidad al exterior.
-No hay proyecto político posible sin un partido fuerte y vigoroso, y ese partido camaradas, sólo se puede construir con unidad.
-En nuestra familia democratacristiana, no hay espacio para proyectos personales. La Democracia Cristiana la construimos entre todos, o simplemente no habrá la Democracia Cristiana que todos queremos.
Que este Congre so esté caracterizado por el encuentro, el dialogo, la fraternidad y la unidad.
Porque como nos lo recordaran Tomic y Castillo tantas veces: Nadie es más importante que el Partido.
Ayer marchando con nuestros jóvenes y vibrando con ellos en la gran plaza de la ciudad y también hoy en este recinto al verlos y sentirlos a cada uno de Uds.,me parece que escucho a los que marcharon en la Patria Joven, a Frei recordándonos el 1810, a don Bernardo entregándonos afecto y generosidad.
Estoy, más bien, siento que estamos escuchando al Padre Hurtado dialogando con los pobres y reclamando nuestro compromiso con ellos.
A Tomic diciéndonos que no podemos dar ni un paso atrás.
A don Raúl Silva Henriquez despidiendo a don Eduardo en la Catedral.
A Don Jaime protestando frente la DINA por l as violaciones a los Derechos Humanos.
A nuestro querido Manuel Bustos reconstruyendo con su lucha un nuevo movimiento sindical.
A Gabriela Mistral conversando con don Eduardo.
Si amigas y amigos, hoy nos reunimos todos juntos a asumir los cambios.
A construir nuestro propio cambio.
A encabezar la reforma política de Chile.
A definir unas nueva estrategia de desarrollo integral.
Digámoslo con fuerza: a refundar nuestra querida Democracia Cristiana.
Actualización doctrinaria e ideológica para el tercer milenio; nuevas líneas programáticas de cara al bicentenario; y la necesaria modernización partidaria.
En éste, el Congreso que nuestra historia deberá describir como el Congreso del Cambio, del gran cambio de la Democ racia Cristiana.
Doy gracias al Señor por permitirnos afrontar esta gran tarea.
Camaradas: A GANAR EL FUTURO.
Viva Chile.!
Viva la Democracia Cristiana.!
Como lo dijeran nuestros padres fundadores:
JUVENTUD CHILENA ADELANTE!